quiero despertarme los domingos con sonidos de niños correteando por el pasillo intentando abrir la ventana con seguridad del balcón un balcón la hostia de grande y la hostia de alto vivimos en el piso 38 vivimos enfrente del mar estamos tan arriba que vemos Argel tenemos una cama de 5 metros pueden dormir 11 personas aquí dormimos profundamente no tenemos ojeras mis hijos se suben por las encimeras en busca de comida y dejan caer huevos en la sartén y cortan aguacate con cuchillos afilados y calientan leche hacen café mi hija sabe hacer café con 2 años joder estoy entusiasmada hornean pan un poquito de orégano un poquito de pimienta negra y preparan un desayuno cojonudo joder con los niños de 2 a 5 años yo a su edad reparaba coches Fiat en el mecánico de mi tío pero hacer el desayuno? ni de coña bebía leche de la teta de mi madre todavía pero estos hijos míos han hecho un desayuno de la hostia y me levanto con mi marido mi marido guapo guapísimo que tiene aún piel de bebé que huele aún a bebé porque su madre lo quiso mucho lo quiso tanto que todavía tiene piel de bebé y le acaricio la tripa tiene un color tan bonito tiene el cuerpo de color bonito todavía duerme con el pelo despeinado como yo y le beso le beso le beso somos tan felices que le beso un rato más entra el sol por nuestro ventanal redondo de la habitación desde donde vemos pasar barcos y sirenas hablamos de punta a punta de la costa con los argelinos y  de repente mi marido con piel de bebé abre los ojos de tantos besos y se ríe se ríe mucho nos levantamos y la cocina toda perdida harina por aquí aceite por allí orégano por todo el suelo hay un río de leche por el salón que llega hasta el baño y los niños tumbados en el sofá viendo neox mientras comen tostadas con huevo y aguacate como como yo ahora aquí sola en mi salón de piso compartido mientras pienso en mi prima sara que acaba de ser madre y en cómo estará siendo su domingo y si le habrán hecho el desayuno